30 de marzo de 2017

El ladrón de vírgenes - David de Juan Marcos


El verano pasado tuve el placer de conocer la prosa de David de Juan Marcos con su novela La mejor de las vidas. Me había propuesto que nada de líos estivales con las lecturas pero Lidia  de Juntando más letras me embarcó en la organización de una lectura conjunta conjunta al lado de Concha y Bea de De lector a lector y Laky de Libros que hay que leer. Y de nuevo ha sido ella la que nos ha liado otra vez y gracias a la que he podido disfrutar de una fantástica lectura. Hoy os hablo de El ladrón de vírgenes.

Sinopsis


«Cómo iba a saber que aquel hombre traía la muerte consigo. Debí darme cuenta por su olor a cebolla rancia. Debí darme cuenta cuando la leche cuajaba a su paso en los cubos de metal. Cuando las palomas morían desplumadas por la tiña, o porque allá por donde pasaba doblaba los racimos y dejaba una pestilencia a plomo de preludios de tormenta de verano.

He de reconocer que en nuestras pesadillas siempre supimos que volvería, que algún día subiría el caminito en forma de culebra cercado de castaños y sus botas embarradas cruzarían con un ímpetu desordenado la única puerta de la casa por donde entraba el sol. Se sentaría en la mesa de tarugos sin pulir con la cuchara de latón y esperaría a que se le sirviera de comer como si nada hubiera pasado.
Como si no nos hubiera arrancado la alegría del pecho. Era mi padre».

Después de quince años de misteriosa ausencia, Andrés Pajuelo regresa a su casa para proyectar el robo de una serie de valiosas obras de arte religioso. Para ello necesitará la ayuda de sus dos hijos, del melindroso prometido de su hija y de un enigmático gigante experto en teología y en arte sacro. Cuando todo parece estar listo para ejecutar el último y más lucrativo de los robos, es acusado de varios asesinatos. Para sorpresa de toda su familia, Andrés reconocerá al instante su culpa ahorcándose en público.

El ladrón de vírgenes es una reflexión sobre las mentiras que encierra toda religión y sobre la importancia de la religiosidad en la condición humana. Un análisis sobre los límites de la traición, la lealtad y la fuerza de las promesas. Un certero homenaje a la tradición oral de contar historias.

Mi opinión


Si con La mejor de las vidas viajamos hasta Cambridge, con El ladrón de vírgenes David de Juan Marcos nos llevará de la mano hasta la España más profunda y lo hará con la voz de Cirilo, apenas un niño en el momento en el que acontecen los hechos que se encargará de narrarnos en primera persona. Una banda de ladrones de obras de arte protagoniza una novela en la que el lector menos avezado se quedará con los robos, el expolio y los asesinatos, pero el más atento e interesado descubrirá reflexiones sobre la naturaleza humana y sobre la espiritualidad y la religión enfocadas todas ellas desde distintos puntos de vista tanto individuales como colectivos, pasando por la veneración y la creencia en las cualidades mágicas y divinas de las más diversas reliquias y analizando las distintas formas que cada persona tiene de vivir su religiosidad.

Si algo destaca en El ladrón de vírgenes es la prosa delicada, poética y rica en matices con la que nos obsequia el autor. Una prosa en la que todo se aúna para crear una armonía que envuelve al lector. Al igual que ya ocurriera en su anterior novela, es imposible no detenerse una y otra vez para releer frases que se graban y permanecen en nuestra memoria lectora y todo ello con un cambio de registro con el que me he quitado la espinita que en mi reseña de La mejor de las vidas os comentaba se me había quedado clavada al no haber elegido el momento adecuado para una novela que es exigente con el lector, extremo que también encontramos en ésta pero de una forma menos acusada ya que tanto los hechos narrados como el ritmo que el autor imprime a la historia distan mucho de la anterior.

No descuida tampoco David de Juan Marcos la construcción de personajes y a pesar de su corta extensión encontramos en El ladrón de vírgenes todo un elenco de lo más variopinto, con perfiles perfectamente caracterizados, entre los que destacan Julio Ramón, un sacerdote católico experto en arte, que abandona su fe de su fe y Cirilo, el narrador, un niño que está abriéndose paso hacia la madurez. Ambos protagonizan diversos diálogos en los que además de hablar de arte sacro y religión, profundizarán en otros aspectos que casi podríamos considerar lecciones de vida y crecimiento.

Y todo ello en una novela a medio camino entre el misterio y las aventuras, aunque bebe de otros muchos géneros, y en la que efectivamente los robos, los crímenes y los engaños se suceden uno tras otro poniendo de relieve algunas de las bajezas humanas y hablándonos de traición y venganza hasta llegar a un desenlace sorprendente en el que muchas de las certidumbres adquiridas por el lector a lo largo de la lectura adquieren otra luz tras varios giros argumentales inesperados.

En definitiva, he disfrutado con la lectura de El ladrón de vírgenes, una novela en la que tanto o más que lo narrado, importa la forma en que se hace y en eso este autor no falla con un estilo pulcro y una prosa preciosista y una historia que no dudo disfrutaréis.

28 de marzo de 2017

A grandes males - César Pérez Gellida


Me pregunto si César Pérez Gellida es consciente no solo de lo mal acostumbrados que nos tiene a sus lectores, regalándonos el placer de volver a leerle todos los años, sino especialmente si es consciente de que él y solo él se encarga, novela tras novela, de marcarse un nuevo reto a superar, de ponerse el listón cada vez más alto y, lo que es más difícil pero que él consigue como si fuera lo más sencillo, seguir superándose siempre. Hoy os hablo de A grandes males.

Sinopsis


Erika Lopategui y Ólafur Olafsson han llegado a Buenos Aires siguiendo el rastro de la única persona que puede ayudarlos a destapar la organización criminal que se esconde tras la Congregación de los Hombres Puros. Encontrar el Cartapacio de Minos, un misterioso documento que contiene la identidad de los integrantes de la cúpula de esta organización, es su única meta.

Pero no solo ellos lo buscan... Pronto descubrirán que una cara conocida está más cerca de lo que a ellos les gustaría.

A grandes males es un thriller donde la realidad y la ficción se confunden para sumergir al lector en una trama cargada de incógnitas cuyas respuestas se encuentran entre los muros del edificio Barolo, un rascacielos levantado para albergar las cenizas de Dante Alighieri.

Mi opinión


La trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre ha llegado a su fin con A grandes males y lo hace hablándonos en esta ocasión de masonería y poder, tomando a Dante, Gran Maestre de la Fede Santa, y su Divina comedia como ejes conductores de la trama. Y si de poder y masonería se va a hablar, el escenario escogido no podía ser otro que Buenos Aires. Algunos de los presidentes de Argentina fueron masones de alto nivel y concretamente uno de ellos, Mitre, estaba obsesionado con la Divina Comedia. Con estos mimbres se teje una novela en la que el autor se aleja del género negro para entrar de lleno en un thriller con el que descender a los infiernos a través de una trama tan compleja como adictiva y con giros tan sorprendentes que el lector puede hasta llegar a dudar si ha leído bien lo que acaba de leer.

Os decía que la trama es compleja y sé que en algún sitio habréis leído que a lo largo de la lectura hay algunas partes un tanto densas, yo personalmente admito que iba con toda la cautela del mundo porque me hablan de Dante y la Divina comedia y ya empiezan a darme mareos, casi me veo atrapada en cualquier círculo sin poder pasar al siguiente porque no me entero de nada, pero César, sin abrumar en ningún momento al lector, consigue trasladar de forma amena y casi diría que ligera todo lo que ha debido ser una ingente labor de documentación que no quiero ni imaginar. Tan bien lo hace que esta lectora no solo no se ha sentido perdida en ningún momento, sino que ha despertado mi interés por un tema que casi me espantaba y es que el saber y el oficio literario se demuestran así, haciendo partícipe al lector del trabajo que hay detrás de una gran novela sin necesidad de llenarla de datos ni de convertir en conferencias lo que deberían, y son en A grandes males, fantásticos diálogos.

Uno de los puntos fuertes en todas las novelas del autor son sus personajes perfectamente perfilados y a los que el lector siente como personas de carne y hueso y en A grandes males, por muy thriller de acción que sea, no iba a ser distinto. Junto a los ya conocidos de obras anteriores, el autor nos regala un puñado de nuevos personajes complejos y variopintos. El arcángel Gabriel, un secundario que merecería una novela para él solo, es completo, potente, con mil matices y transmite todo tipo de emociones al lector sin pronunciar ni una sola palabra. Destacan también, y muy especialmente, Bujalesky y Telmo, con ellos pasearemos por el Palacio Barolo, casi un personaje más de la novela, como si realmente nos hubiéramos trasladado hasta allí y con ellos disfrutaremos de los mejores diálogos que he leído en mucho tiempo, son tan naturales y tan brillantes que tal cual me parecía estar escuchándolos con esa cadencia típica del lugar que tanto me seduce.

Refranes, alguno menos. Sangre, bastante aunque no tanta. Y por supuesto canciones porque no hay novela de César Pérez Gellida sin música. Ya conocimos su faceta poética en Consummatum est y en esta ocasión la banda sonora de A grandes males corre a su cargo para componer las canciones con las que nos hará disfrutar uno de los grandes personajes de la novela. Y con los refranes, la sangre y las canciones, El Mal como eje conductor de toda la trilogía. El Mal que para este fin de fiesta titulado A grandes males se llama poder y se viste de masonería para mostrar, siempre que uno no se quede en la superficie mientras es arrastrado por la acción vertiginosa de la novela, cómo se mueven los hilos que manejan nuestras vidas, cómo se manipula, cómo se distrae la atención sobre lo que realmente interesa poniendo el foco en lo secundario, cómo para algunos cualquier medio y cualquier acto es válido para alcanzar sus fines.

A grandes males es una novela redonda en la que el autor hace gala de un espectacular manejo de la tensión narrativa y la intriga hasta un desenlace espectacular. Una novela arriesgada y ambiciosa. Un thriller trepidante con toques del género de aventuras e histórico y agitando la coctelera,  con pulso firme y genio narrativo, César Pérez Gellida para servirnos un cocktail literario brillante. En la barra esta lectora, a la espera de que le pongan una copa más.


Ficha técnica





27 de marzo de 2017

Esta semana leo... #183

Otra vez, y van muchas, me he dejado liar y no me quejo ¿eh? La verdad es que me lo paso genial con estas iniciativas. En esta ocasión no he podido resistirme a la propuesta de Lectora de tot y esta semana leeré La escritora de Carmen Conde en el seno de una lectura conjunta junto a otras blogueras.

Y después... pues no lo sé, echo la vista hacia las lecturas pendientes y es tanto lo que veo que no soy capaz de tomar ahora mismo una decisión así que cuando llegue el momento ya veremos.

Aprovecho para recordaros que el próximo jueves finaliza el sorteo conjunto de cuatro packs de la Serie Bergman, unas novelas que he disfrutado mucho. Si aún no os habéis apuntado podéis hacerlo aquí.



Y vosotros ¿qué leéis?

24 de marzo de 2017

No eres lo que busco - Laura Mavor


Cada vez me gusta más el género negro y cada vez me gustan más los autores nacionales de dicho género así que es fácil que este tipo de publicaciones llamen rápidamente mi atención, da igual que provengan de autores consagrados o de noveles porque precisamente estos son los que me suelen dar grandes y gratas sorpresas, como ha ocurrido con la novela de la que hoy os hablo, No eres lo que busco.

Sinopsis


¿Qué pasaría si en lugar de encontrar en internet tu cita perfecta encuentras al asesino perfecto?

En una pequeña ciudad costera de Castellón, donde nunca pasa nada, una escritora de mediana edad ha quedado con un joven a través de la aplicación de móvil para ligar más popular del mercado. Cuando llega a la cita, en casa del chico, encuentra su cadáver desnudo y grotescamente manipulado.

La teniente Miranda Vega, una guardia civil madura, experimentada y con un ácido sentido del humor, y su nuevo compañero, el sargento Christian Ballesteros, un novato ingenuo y de buen corazón, liderarán la investigación del asesinato del chico, lo que destapará un sórdido mundo de intereses mafiosos, fundamentalismos religiosos y fetichismos sexuales en lo que hasta entonces había sido una pacífica localidad turística.

Mi opinión


Un pequeño pueblo costero de Castellón, Santarés, es el escenario de No eres lo que busco. Telma, una escritora que superó hace tiempo los cuarenta años ha concertado una cita con un chico bastante más joven que ella a través de una aplicación de ligoteo, Finder, que arrasa entre los más jóvenes. Cuando llega a casa del chico en cuestión se encuentra con su cadáver. La teniente de la Guardia Civil Miranda Vega y su equipo se harán cargo de la investigación de este caso que resultará ser solo la punta del iceberg de un entramado delictivo que nos pondrá los pelos de punta.

Santarés es una localidad ficticia, pero muy bien podría no serlo si nos atenemos a la cuidada ambientación que realiza la autora no solo de los escenarios, sino de los usos y costumbres de un pequeño pueblo costero que con el boom inmobiliario creció más de lo esperado y que en fechas estivales ve incrementada su población de forma muy numerosa, pero las gentes del pueblo siguen siendo las mismas y siguen ancladas en sus vidas tal y como han sido siempre y así, no ven con buenos ojos algunos de los cambios que se están produciendo, no solo de la mano de los veraneantes, sino también por parte del nuevo grupo de gobierno del Ayuntamiento. De esta forma la autora aprovechando el crimen cometido y otras circunstancias que acontecen en Santarés, retrata con realismo temas tales como la homofobia y el fanatismo religioso.

Para ello se hace acompañar de un elenco de personajes de lo más variopintos y que gracias a un detallado y minucioso perfil nos ofrecerán distintos puntos de vista sobre todo lo que acontece en la novela. Y si variopintos son los personajes en general, no iba a ser menos la pareja protagonista, miembros ambos de la Benemérita. La teniente Miranda es una mujer de mediana edad muy peculiar, con un sentido del humor un tanto especial que me ha hecho sonreír en muchísimas ocasiones y con la que empaticé desde el primer momento. A su lado el novato, el recién llegado y para colmo, enchufado, el sargento Christian Ballesteros, todo candidez e inocencia que compensa con su buena disposición y sus ganas de aprender. Dos protagonistas principales fantásticos, naturales, trazados con mimo para que los sintamos como personas de carne y hueso. Y junto a ellos la alférez Adriana Lesboutx encarga el contrapunto necesario que hace de estos integrantes de la Unidad de Policía Judicial uno de los equipos investigadores con más carisma que me he encontrado en los últimos años en la novela negra.

El uso de aplicaciones y webs para ligar es el eje en torno al cual gira toda la novela. Un tema de máxima actualidad que es tratado con la misma naturalidad con la que hoy vivimos todos la búsqueda de relaciones a través de la red y sin caer nunca ni en alarmismos ni en lecciones paternalistas sobre los peligros que puede encerrar el mundo virtual a pesar de engarzar todo ello con una trama mafiosa y con la trata de personas. Esto es algo que agradezco mucho porque no suele gustarme que mis lecturas vayan directas a darme lecciones de nada, prefiero que sea a través del propio desarrollo como llegue yo misma las conclusiones que tenga que llegar y en esto la autora acierta de pleno, no en vano es criminóloga especializada en delitos informáticos y estos conocimientos se trasladan sin artificio al lector a través de una trama sólida en la que como lectora me impliqué inmediatamente. Y todo ello nos lo cuenta la autora con un ritmo imparable que atrapa desde el inicio gracias tanto al crimen en sí mismo como a esos fantásticos personajes de los que os hablaba.

Las grandes dosis de sentido del humor salpican esta novela en la que la Laura Mavor hace gala de una prosa fresca y desenfadada y a la vez muy cuidada. Una novela con un perfecto equilibrio entre narración y brillantes diálogos con la que he disfrutado desde la primera hasta la última página llegando a convertirse en uno de esos libros para los que aprovecho cualquier momento libre para leer, aunque solo sean unas pocas páginas y es que No eres lo que busco es un thriller adictivo de principio a fin. Nadie diría que se trata del debut de una autora que derrocha talento y dominio de la tensión narrativa consiguiendo que el lector se implique en las distintas subtramas que componen la novela y haciendo que sospeche de todos y cada uno de los personajes que pasean por sus páginas hasta llegar a un desenlace inesperado y muy satisfactorio.


En definitiva, he disfrutado muchísimo leyendo No eres lo que busco. Una primera novela que me gustaría que naciera con vocación de ser una serie ya que me quedo con ganas de volver a encontrarme con estos guardias civiles y con la prosa fresca, fluida y llena de sentido del humor de Laura Mavor. No os lo perdáis.

Ficha técnica

22 de marzo de 2017

El baile de las luciérnagas - Kristin Hannah


Me encantó leer El Ruiseñor el año pasado, fue uno de esos libros que te van conquistando poco a poco, sin estridencias, para terminar haciéndose un hueco en tu corazón lector así que cuando Suma de Letras anunció que publicaba una novela anterior de Kristin Hannah no tuve duda alguna y, con las expectativas por las nubes tras leer algunas opiniones, me lancé a su lectura. Hoy os hablo de El baile de las luciérnagas.

Sinopsis


Dos amigas.
Un juramento.
Y toda una vida por delante.

En el caluroso verano de 1974, Kate Mularkey ha decido aceptar su papel de cero a la izquierda en la vida social de su instituto. Hasta que, para su sorpresa, «la chica más guay del mundo» se muda al otro lado de su calle y quiere ser su amiga. Tully Hart parece tenerlo todo: belleza, inteligencia y ambición. No pueden ser más distintas. Kate, destinada a pasar inadvertida, con una familia cariñosa pero que la avergüenza a cada momento, y Tully, envuelta en glamour y misterio aunque poseedora de un secreto que la está destrozando. Contra todo pronóstico, se hacen inseparables y sellan un pacto para ser mejores amigas para siempre.

Durante 30 años se ayudarán mutuamente para mantenerse a flote esquivando las tormentas que amenazan su relación: celos, enfados, dolor, resentimiento... Y creerán que han sobrevivido a todo hasta que una traición las separe... y someta su valor y su amistad a la prueba más dura.

Mi opinión


Katie y Tullie son dos adolescentes de lo más dispares cuando sus vidas se cruzan. Katie es tímida y su éxito social en el instituto alcanza números siempre precedidos del signo negativo. En cambio Tullie es todo lo contrario, su sola presencia ya ilumina cualquier lugar en el que se encuentre. Nada hacía presagiar que dos chicas tan distintas pudieran convertirse en las mejores amigas, pero así fue y entre ellas nació una amistad que más allá de ser flor de un día, se consolidó con el paso de los años.

De este modo comienza El baile de las luciérnagas una novela con una cronología lineal que se divide en cuatro grandes partes correspondientes a las distintas décadas que abarca la lectura, desde los años setenta hasta bien entrado el nuevo milenio, ofreciéndonos la autora a través de un narrador omnisciente no solo la narración de la trama en sí misma, sino también un retrato social de cada una de esas épocas, con sus costumbres, sus modas y con un recorrido musical que hará las delicias de cualquier melómano con tendencias nostálgicas.

Debo reconocer que el inicio de la novela me conquistó por completo. El paseo por la adolescencia y primera juventud de Katie y Tullie me pareció una delicia tanto por la crónica que se hace de aquellos años como por las dos protagonistas que, cada una a su manera, se ganaron mi simpatía. Pero Katie y Tullie crecen, se van a la universidad, dan sus primeros pasos profesionales y empiezan su andadura hacia la madurez y hacia sus objetivos vitales, muy distintos, tanto como lo son ellas entre sí. Mientras una decide que su profesión es lo primero, aun a costa de sacrificios personales, la otra escoge justo lo contrario, sacrificando todo el trabajo y el esfuerzo realizados por una vida familiar. O blanco, o negro. No hay término medio. Si quieres tener éxito profesional has de renunciar a pareja e hijos. Si por el contrario deseas una vida familiar, ay de ti si vas a la oficina en lugar de estar haciendo galletas y cambiando pañales. Y no dudo que haya mujeres (y digo mujeres porque no he visto a ningún hombre en la novela renunciando a nada, ni en un sentido ni en otro) que no puedan decidir que las alternativas son solo uno u otro camino, pero hablamos de mujeres que viven en nuestra época, una época en la que por supuesto son necesarios muchos esfuerzos y muchas renuncias para compaginar una vida familiar y profesional, pero una época en la que al fin y al cabo no es ni el blanco ni el negro del que os hablaba, una época en la que la escala de grises es muy amplia y en ningún momento se ha dado una pincelada de ello en la novela.

Y así desconecté de El baile de las luciérnagas, porque para mí no es necesario simpatizar con los protagonistas de una novela para disfrutar de su lectura, pero sí lo es entenderlos, empatizar con ellos, conseguir ponerte en su lugar y eso no lo han conseguido ni Katie ni Tullie, dos mujeres que me parecieron irreales, dos perfiles más parecidos a Cenicienta una y a Barbie Superstar otra. Dos amigas cuya relación, una vez llegada la madurez, se basa más en el sometimiento de una a la otra, y no en lo que yo considero que es una verdadera amistad que se complementa, pero no impone ni juzga jamás. Dos posturas tan extremas que solo generaron en mi una profunda apatía, tanta que ni el dramático desenlace que Kristin Hannah nos tiene reservado despertó en mí emoción alguna y no solo por lo predecible que es, sino porque me daba igual, no me creía a las protagonistas y por lo tanto nada de lo pudiera sucederles podía afectarme, menos aún si la autora se recrea durante páginas y páginas con un final de los que yo califico como tipo tengo que hacerte llorar como sea y por ahí esta llorona sensiblona no pasa.

A pesar de ello El baile de las luciérnagas es una novela que se lee fácilmente. La prosa de Kristin Hannah es elegante y muy cuidada, rebosando delicadeza en los momentos más críticos y consiguiendo que la lectura sea agradable y muy fluida. Y como siempre os digo, especialmente cuando mis sensaciones distan mucho de la mayoría de las que encontraréis, ésta es simplemente una opinión que no debe desanimaros si os apetece conocer a Katie y Tullie.

Ficha técnica






20 de marzo de 2017

Esta semana leo... #182

Lunes festivo en Madrid. Mañana toca volver a la rutina del día a día y volver también a las rutinas lectoras porque he de confesaros que aprovechando este festivo cogí unos días más y he estado fuera, de hecho esta entrada está programada y yo andaré de vuelta en estos momentos. El caso es que en estos días poco, muy poco he leído pero he terminado No eres lo que busco de Laura Mavor que me ha encantado. Por cierto que hoy termina el sorteo conjunto de cuatro ejemplares así que pasad por aquí si no os habéis apuntado todavía.

Y la lectura que actualmente me ocupa y que me pide a gritos que le dedique tiempo es Ana de Roberto Santiago, una novela en la que, aunque no he avanzado todo lo que me gustaría porque me he dedicado a otras cosas (muy lúdicas también), os puedo decir ya que me está gustando un montón y que promete emociones fuertes.

Y vosotros ¿qué leéis?

17 de marzo de 2017

El último akelarre - Ibon Martín


¡Qué ganas tenía de leer este libro! Tanto El faro del silencio como La fábrica delas sombras las disfruté, así que en cuanto supe que Ibon Martín tenía nueva novela no tuve dudas sobre su lectura y, además, tuve la suerte de resultar afortunada en un sorteo organizado por el blog Libros que hay que leer para una lectura conjunta. Hoy os hablo de El último akelarre.

Sinopsis


Bilbao se prepara para una noche festiva cuando un macabro asesinato atrae todas las miradas hacia la imponente chimenea del parque de Etxebarria. Un joven estudiante de la Universidad de Deusto pende envuelto en llamas de su vieja estructura de ladrillo. La elección del momento y el lugar apunta a un crimen ritual. La escritora Leire Altuna y la ertzaina Ane Cestero dirigirán una investigación en la que se enfrentarán a grupos neonazis, sectas destructivas y demoledoras intrigas familiares.

Las pesquisas desenterrarán una turbadora conexión con una extraña muerte ocurrida en Zugarramurdi tres años atrás. Bajo su aparente postal idílica, el pueblo de los akelarres esconde secretos desgarradores que funden religión, viejas tradiciones y odios seculares. El equipo investigador tendrá que escarbar entre ellos si quiere hallar respuestas y comprenderá que los ecos de la caza de brujas que aterrorizó hace siglos la comarca flotan aún entre sus habitantes.

Ibon Martín traza una inquietante historia que lleva al lector desde las vibrantes orillas del Nervión hasta los solitarios caseríos del norte de Navarra; desde los veloces ritmos del siglo veintiuno hasta los oscuros años del Santo Oficio. Una obra impactante, adictiva y estremecedora.

Mi opinión


El emocionante final de la regata que se disputa en la Ría de Bilbao se ve empañado por los alaridos y el olor a carne quemada que se han hecho dueños del ambiente. En la chimenea del parque de Etxebarria un cuerpo está ardiendo, el espectáculo es aterrador y el crimen genera rápidamente gran alarma social. La inspectora de la ertzaina Ane Cestero será la encargada de dirigir la investigación, algo que sus nuevos compañeros no ven con muy buenos ojos. Contará para ello con la ayuda de Leire Altuna, escritora de novelas de misterio, participante en la regata y espectadora del crimen. Las investigaciones que ambas van llevando a cabo, una de forma oficial y la otra extraoficial, conducirán a Leire hasta Zugarramurdi, pueblo navarro tristemente famoso por la caza de brujas que siglos atrás llevó a cabo la Inquisición.

Dos hilos temporales, 2015 y 1609, y dos escenarios, Bilbao y Zugarramurdi, son los mimbres con los que Ibon Martín teje tres tramas argumentales, aparentemente sin conexión alguna, que terminarán confluyendo en un desenlace brillante. Será con María, una joven pastora y comadrona, con la que viajaremos hasta el Zugarramurdi de 1609 y con la que nos adentraremos precisamente en esa caza de brujas. En el hilo temporal de la actualidad las dos protagonistas, Leire y Ane, trabajarán por separado en Bilbao y Zugarramurdi, donde además aparece un relato protagonizado por Nekane, una joven quesera, con el que el lector también se preguntará qué relación guarda con el resto de tramas y es que el autor no lo pone nada fácil y desde las primeras páginas son muchos los interrogantes que hacen de El último akelarre una de esas novelas que no puedes parar de leer.

De este modo, dos historias ficticias y un hecho histórico se dan cita en esta novela en la que el autor ha decidido mantener los nombres reales de los inquisidores y es que si espeluznantes son los crímenes que se están cometiendo en Bilbao, más lo son las páginas dedicadas a la caza de brujas que se desató en varias poblaciones del norte de Navarra. El terror que el Santo Oficio sembró y sus métodos son expuestos por el autor ahorrándonos detalles escabrosos, pero con toda su crudeza. Del mismo modo nos traslada los sentimientos de miedo e impotencia que se apoderan de los injustamente acusados y lo hace con una prosa rica en descripciones tanto de escenarios como de emociones. Y es que, como en sus anteriores novelas, destaca de nuevo la magnífica ambientación que una vez más consigue que quiera viajar a esos emplazamientos que no conozco y ver con mis propios ojos los lugares y parajes que Ibon Martín ha dibujado en mi cabeza con sus palabras.

Siempre me han gustado las novelas que, desarrollándose en el presente, hunden las raíces de su trama en el pasado para mostrarnos de qué modo, y aun habiendo transcurrido siglos como es este caso, hay rencores y rencillas que permanecen latentes a pesar del transcurso del tiempo. Así, el inquietante viaje que Ibon Martín nos propone por los hechos acontecidos en Zugarramurdi en el siglo XVII enlaza con los crímenes del presente con los que el autor aprovecha para hablarnos también de sectas y homofobia a través de un narrador omnisciente en tercera persona que con un ritmo pausado pero constante plantea múltiples incógnitas y varios sospechosos atrapando desde las primeras páginas y haciendo que sin necesidad de un ritmo trepidante El último akelarre sea una novela que vuela entre las manos del lector.

El último akelarre es en mi opinión la mejor novela de las tres que componen hasta ahora la serie de Leire Altuna, no solo porque la trama en sí misma me ha parecido la más atractiva de todas, sino principalmente porque he notado una clara evolución del autor en el manejo de la tensión narrativa, consiguiendo que el lector se interese con la misma intensidad en cualquiera de sus hilos argumentales. Quiero resaltar en este punto que si bien siempre es recomendable comenzar las series por el principio, en este caso y dado que sus tramas son autoconclusivas, cualquier lector puede empezar a conocer a este autor con este título. 

En definitiva, creo que queda claro que me ha gustado muchísimo El último akelarre, una novela en la que realidad y ficción se dan la mano para atrapar al lector en una lectura que te deja sin aliento y que no puedes abandonar hasta conocer su desenlace.

15 de marzo de 2017

Mariposa en la sombra - Gilly Macmillan


El año pasado disfruté muchísimo con la lectura de Encuéntrame, un thriller psicológico intenso que me involucró rápidamente en una trama en torno a la desaparición de un niño así que en cuanto supe que teníamos nueva novela de la autora no dudé que tenía que leerla. Hoy os hablo de Mariposa en la sombra. 

Sinopsis


Zoe Maisey es una adolescente admirable, con un altísimo coeficiente intelectual y un prodigioso talento musical, una virtuosa del piano. Lo que nadie sabe es que tres años antes se vio implicada en un trágico accidente que acabó con la vida de tres compañeros de instituto, por lo que fue condenada. Un triste episodio que su madre, Maria, le obliga a mantener en secreto en la nueva vida que ambas han emprendido.

Zoe se dispone a dar un concierto nocturno que su madre lleva meses organizando. Tiene que ser el concierto de su vida. Pero cuando acaba la noche, Maria aparece muerta. La policía y sus allegados van a intentar averiguar qué pasó, pero Zoe, abrumada por un pasado que no puede dejar atrás, sabe que la verdad no siempre es algo evidente.

En un marco temporal de veinticuatro horas, Gilly Macmillan nos brinda en "Mariposa en la sombra" una novela de suspense psicológico, inteligente, apasionante y desgarradora. Una intrincada exploración de la mente de una adolescente brillante en una novela, tan sorprendente como emocionalmente compleja, sobre la lealtad, las segundas oportunidades y el poder destructivo que a veces pueden tener los secretos. Una novela de las que mantienen a los lectores despiertos toda la noche.

Mi opinión


Zoe tiene 17 años y es una virtuosa del piano. Tres años atrás y tras verse implicada en un trágico suceso abandonó su Devon natal para iniciar una nueva vida en Bristol, donde su madre conoció al que es su actual marido, Chris, viudo y padre de Lucas, otro niño prodigio del piano. Una noche en la que ambos dan un concierto en una iglesia, el primero tras el terrible accidente que cambió sus vidas, un hombre interrumpe el recital y el pasado de Zoe vuelve con toda su crudeza. Unas horas después su madre, Maria, aparecerá muerta.

La trama de Mariposa en la sombra se desarrolla en tan solo 24 horas, aunque los saltos al pasado a través de los recuerdos de los distintos narradores protagonistas son continuos de forma que el lector irá conociendo poco a poco las múltiples piezas que componen el puzle que Gilly Macmillan nos invita a completar y tendrá más información que los propios protagonistas conociendo sobre todo el lado más oscuro de todos ellos. Y es que en esta novela hay casi tantos narradores como personajes y así, con capítulos cortos que invitan a continuar leyendo un poco más, y alternando las diferentes voces perfectamente diferenciadas por su tono narrativo, la autora hace gala de su buen hacer dotando a cada uno de ellos de una voz totalmente distinta, fácilmente reconocible incluso aunque no se indique quién está hablando en ese momento. Es éste uno de los puntos en los que más evolución he notado ya que si en Encuéntrame los personajes tenían un perfil bien definido, en Mariposa en la sombra la autora da un paso más y nos presenta a sus protagonistas con un marcado y minucioso perfil psicológico que se pone de relieve incluso en su forma de expresarse. 

La autora recurre de nuevo al entorno doméstico para presentar una trama compleja a nivel psicológico y emocional y recurre a unos hechos que fácilmente podrían ocurrirnos a cualquiera de nosotros. Juega a despertar los miedos y las dudas del lector y sin duda alguna lo consigue con una trama en la que priman los personajes sobre la acción, priman sus emociones y sentimientos, por lo que su ritmo es pausado y no encontraremos ni grandes sorpresas ni giros estrambóticos, no es éste el carácter de la novela, aunque como buen thriller no deja de lado el misterio y la intriga. Desde el inicio son muchos los interrogantes que se plantean, interrogantes para los que manteniendo la tensión narrativa poco a poco iremos obteniendo respuestas mientras se tratan temas tales como los secretos del pasado, los errores que pueden destrozar la vida, el perdón, la culpabilidad y las segundas oportunidades.

Además del minucioso perfil de los personajes, con el que nos hace dudar de todos y cada uno de ellos, destaca en Mariposa en la sombra la recreación de la atmósfera asfixiante en la que los protagonistas viven esas 24 horas que enmarcan temporalmente la novela y que se traslada desde el primer escenario principal de la trama, la casa de Zoe, hasta el siguiente escenario, el hogar de su tía Tess. La tensión entre algunos de los personajes es palpable y traspasa las páginas de la novela mientras la autora explora las complejas relaciones familiares y la hipocresía de muchas familias aparentemente perfectas.

En definitiva, Mariposa en la sombra es un thriller psicológico que mantiene la tensión desde sus primeras páginas con unos personajes perfectamente perfilados. Una novela que me ha encantado y que para mí supone la consolidación de una autora que ya me conquistó con su primer libro y a la que estoy deseando volver a leer.

Ficha técnica

13 de marzo de 2017

Esta semana leo... #181

Comienzo la semana leyendo A grandes males de César Pérez Gellida, tercera entrega de la trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre. Supongo que no os sorprenderá que os diga que estoy atrapadísima con su lectura que tengo ya muy avanzada por lo que hoy terminaré.

En cuanto lleguen los ejemplares que faltan daremos el pistoletazo de salida a la lectura conjunta de El ladrón de vírgenes de David de Juan Marcos y por si fuera poco esta semana también tengo previsto empezar a leer No eres lo que busco de Laura Mavor, un thriller con una pinta estupenda del que además podéis conseguir un ejemplar si pasáis por aquí.



Y vosotros ¿qué leéis?

10 de marzo de 2017

Orfancia - Athos Zontini


No siempre me es fácil empatizar con los narradores infantiles, o me resultan demasiado ñoños o los encuentro excesivamente maduros para la edad que se les presupone. Por ese motivo, acrecentado por la desconcertante sinopsis que nos ofrece la contraportada, me enfrenté a esta lectura un tanto recelosa y con no demasiadas expectativas. El resultado ha sido que me ha encantado. Hoy os hablo de Orfancia.

Sinopsis


Un niño demasiado delgado dentro de un mundo demasiado insípido. Un padre y una madre obsesionados con la comida: una lucha en familia que sólo puede acabar en tragedia. O en comedia, en una comedia muy negra.

«Cada día es una lucha. Dicen que crezco débil y torcido, que no soy normal porque apenas tengo un hilito de grasa encima, que los otros niños, a mi lado, parecen gigantes. Dicen que tengo que comer, que no es posible que un niño de mi edad nunca tenga hambre. Pero yo no quiero comer.»

El protagonista de Orfancia se siente perseguido por sus padres, una pareja de Nápoles que quiere verlo rollizo y feliz. Él está convencido de que, llegado el momento, todos los adultos devoran a los niños y no tiene claro que quiera acabar así. Pero la vida tiene un sabor imposible de resistir...

Mi opinión


Un niño que no quiere comer y unos padres desesperados y obsesionados con que se alimente debidamente es el punto de partida de Orfancia. ¿Novela? ¿Cuento? ¿Fábula? No sabría catalogar esta lectura que con una narración cronológica lineal que abarca un año completo, de hecho el libro se divide en cuatro grandes partes que se corresponden con cada una de las estaciones del año, nos conduce por la vida de este niño y de su familia.

Con una narración en primera persona consigue el autor ponernos en la piel de un niño convencido de que sus padres solo quieren que coma para, una vez rollizo, devorarlo. No es fácil poner voz a un niño y Athos Zontini lo consigue con naturalidad, aparente sencillez y derrochando sensibilidad y crueldad casi a partes iguales, como lo haría cualquier niño, esos seres capaces de pasar de la dulzura a la crueldad sin transición. El autor hace que el lector vea el mundo a través de los ojos de una criatura de ocho años y dota de cierto candor a una historia dura y atrozporque la infancia es una época maravillosa, pero también puede ser un momento terrible en el que nada es fácil de entender y menos aún para un niño incapaz de adaptarse ni a su familia, ni al colegio, ni a nada de lo que se supone que es su vida.

Son muchos los temas que toca el libro y aunque en un principio pudiera parecer que los trastornos alimentarios son el hilo conductor de la novela pronto veremos que lo que realmente subyace en toda la lectura es el miedo a crecer. Orfancia es una metáfora sobre el arduo camino hacia la madurez, sobre la pérdida de la inocencia, sobre la libertad y sobre la educación. Y para ello Athos Zontini se vale de un problema que, sin llegar a los extremos del protagonista, hemos sufrido muchos padres o ha sufrido alguien cercano a nosotros: la negativa de un niño a comer. El autor consigue sin duda ponernos en la piel de ese niño, pero también lo hace cuando muestra el abatimiento y la desesperación de una madre que no sabe qué inventar para que su hijo coma, que se obsesiona con su salud, con su crecimiento y que ya no sabe si quien necesita tratamiento es el niño o es ella. Bueno... quizá esto no lo transmita el autor y solo sean mis recuerdos de hace unos años, esos que Athos Zontini ha conseguido despertar con viveza.

Pero como os decía no estamos ante una novela cuyo tema sea los problemas de alimentación, es por ello que el lector que se enfrente a esta lectura desde un plano realista probablemente terminará profundamente decepcionado porque Orfancia es un libro lleno de simbología que va más allá de la literalidad de lo narrado. Quizá por eso ha sorprendido y ha suscitado tantas críticas y dudas su final. No ha sido mi caso, sorprendente es desde luego, pero tan acorde con todo lo leído que cualquier otro final no habría sido satisfactorio para mí.

Orfancia es un libro que conforme van pasando los días me va gustando más. Es una de esas lecturas que necesita asimilarse, dejar que cale, que ocupe su lugar y que se adentre en nosotros. Una lectura que deja poso y que a los que somos padres podrá suscitar muchas preguntas y reflexiones sobre nuestra forma de educar y muy especialmente sobre cómo en ocasiones proyectamos nuestros sueños y anhelos en nuestros hijos sin pararnos a pensar en cuáles son los suyos.

No me cabe duda de que no es una lectura para todo el mundo, por eso, a los que os animéis, os voy a recomendar que para leerlo volváis a vuestra infancia, no solo a los momentos de dicha y felicidad, sino también a los de desconcierto, a los momentos de dudas y de miedo y no porque Orfancia sea una lectura dirigida a un público infantil ni juvenil, ni mucho menos, Orfancia es una lectura muy especial y sin duda una lectura adulta y dura que no dejará indiferente a ningún lector.

Ficha técnica