Faltaban
un par de semanas para su salto a las librerías cuando desde la editorial me
comentaron a mí y a otras blogueras el magnífico thriller que Destino tenía
previsto publicar en marzo “de esos que no puedes parar de leer”, así que ni lo
dudé y en cuanto lo tuve en mis manos me lancé a su lectura. Os anticipo que
quien me avisó de lo mucho que me iba a gustar no se equivocó. Hoy os hablo de
La ciudad de la lluvia.
Mi opinión
Bilbao
en 1983 y Berlín en 1941 son los dos momentos temporales en los que se
desarrolla La ciudad de la lluvia. En Berlín conoceremos a El
extranjero, un misterioso personaje del que no sabremos su nombre hasta el
final de la novela, desplazado hasta la ciudad para intentar cerrar un trato
con los nazis. Y en Bilbao conoceremos a Alain Lara, futbolista del Athletic de
Bilbao, quien tras la muerte de su abuelo descubre una vieja fotografía suya en
un aeródromo donde aparece junto a otras personas, una de ellas un conocido
empresario de la ciudad también recientemente fallecido. Este hecho fortuito
hace que Alain tenga la sensación de que quizá no conociera tanto como creía a
su abuelo y decide ponerse en contacto con la hija del empresario, María
Aberasturi, para juntos emprender una investigación que los llevará de sorpresa en sorpresa y en la que veremos cómo el pasado siempre
vuelve. Y también en Bilbao conoceremos a David Schaffer, prestigioso abogado
que en primera persona nos narrará cómo ha llegado a ser el reconocido
profesional que es hoy.
Dos
tramas separadas por más de cuarenta años y miles de kilómetros y una tercera a
modo de memorias de David Schaffer, son los mimbres con los que Alfonso del Río
teje un thriller en el que cuanto menos sepa el lector que se va a adentrar en
sus páginas, mejor. Desde el primer momento son muchas las preguntas que se nos
plantean y es que al autor no se le puede negar la facilidad tanto para crear
intriga como para enganchar al lector a través de una trama en la que nada
parece tener sentido y en la que la relación entre el pasado y el presente se
nos presenta como un misterio irresoluble que nos invita a hacer las más locas
conjeturas mientras la lectura se desarrolla a un ritmo endiablado, hasta un
desenlace magnífico que, además de dejarme con la boca abierta, ata todos los
cabos y responde a todas las preguntas planteadas.
Junto
a los personajes ya nombrados, Bilbao y el Athletic son uno más en el elenco y
es que La ciudad de la lluvia, además de un magnífico thriller, es un homenaje
a una ciudad y a su equipo de fútbol. De la mano del autor recorremos sus
calles, viviremos las inundaciones y el caos que provocaron en agosto de 1983,
asistiremos a partidos de fútbol... todo ello en unos años que supusieron el
gran cambio del paisaje bilbaíno. Y
de paso nos llevará también de paseo por el mundo de los grandes bufetes de
abogados y las grandes operaciones empresariales, su forma de trabajar,
especialmente en una época en la que los medios al alcance no eran ni de lejos
los actuales, y mostrándonos cómo alguien con la suficiente inteligencia y
ambición se abre paso hasta llegar a la cúspide. Además, La ciudad de la lluvia
rescata un episodio real y de lo más enigmático acontecido en la Segunda Guerra
Mundial, como fue el lanzamiento en paracaídas de Rudolph Hess sobre Escocia en
1941 con la intención de negociar la paz.
La
prosa de Alfonso del Río es sobria, sin alardes literarios y en algunos
momentos casi rozando la frialdad, el autor no se demora ni en grandes
descripciones ni en detalles nimios, todo está al servicio de la acción y es
justamente esta y los actos y palabras de los protagonistas los que se encargan
de perfilarlos de forma que su trazado psicológico se muestra ante el lector de
forma reconocible y natural sin sacrificar por ello un ritmo que no para de
crecer desde el inicio de la novela hasta llegar a convertirse en trepidante
conforme nos acercamos al final.
En
definitiva, no puedo más que recomendaros esta primera novela de Alfonso del
Río, un autor que espero que haya llegado para quedarse. La ciudad de la lluvia
es una lectura apasionante con unos magníficos personajes que a ritmo de
thriller nos habla de temas tales como la venganza, la codicia y la ambición y
muy especialmente sobre aquellas cosas que, aún permaneciendo ocultas durante
años, terminan saliendo a la luz y poniendo a cada cual en su lugar.